La interna entre Paxton y Cornyn concentra la atención nacional. La mayoría en el Senado podría depender de este resultado.
TEXAS, EE.UU. – A casi un año de las elecciones legislativas de 2026, todas las miradas se posan sobre el estado de Texas, donde una interna clave dentro del Partido Republicano podría tener implicancias profundas para el equilibrio de poder en el Senado.
El fiscal general del estado, Ken Paxton, se posiciona como el favorito para quedarse con la candidatura del GOP, con un respaldo significativo de la base partidaria y una fuerte sintonía con el expresidente Donald Trump. Del otro lado, el senador John Cornyn, histórico referente del partido y parte de su ala más tradicional, intenta conservar el apoyo que lo ha mantenido dos décadas en Washington.
Las encuestas muestran una diferencia de más de 20 puntos a favor de Paxton, lo que marca un giro claro dentro del electorado republicano. Mientras Cornyn representa una línea más institucional, Paxton canaliza una demanda creciente por posturas más firmes y por una representación que exprese con mayor nitidez las prioridades de los votantes texanos.
Un escenario que inquieta al oficialismo demócrata
Texas, considerado un bastión republicano, nunca estuvo realmente en duda para las generales de noviembre. Sin embargo, el tono de esta interna podría redefinir el tipo de liderazgo que llegará al Senado en los próximos años, algo que no pasa desapercibido en el tablero nacional.
Con 33 bancas en juego en 2026, y una mayoría republicana de 53-47 lograda en 2024, los márgenes son estrechos. Una contienda interna fuerte podría obligar al partido a redoblar esfuerzos para consolidar sus posiciones incluso en territorios que, hasta hace poco, eran considerados seguros.
Más que una elección local
Para muchos analistas, lo que se debate en Texas es el perfil del Partido Republicano hacia adelante. La figura de Paxton representa una forma de liderazgo que conecta con una porción del electorado que busca mayor claridad en las ideas, firmeza en los principios y un estilo más directo en la representación política.
Cornyn, en cambio, encarna un enfoque más dialoguista, valorado en algunos círculos institucionales pero que en esta etapa encuentra ciertas dificultades para conectar con el clima político actual.
Lo que deja entrever esta elección
Más allá del resultado, esta interna refleja un cambio de época dentro del partido. Hay una discusión interna sobre los métodos, las prioridades y la forma de encarar el nuevo ciclo político en Estados Unidos. Y Texas, una vez más, vuelve a estar en el centro de esa discusión.

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